De Profesión Turista: Casa Salvador... El mejor sabor de Cullera

Como os decía en la anterior entrada, Cullera cuenta con muchas cosas buenas, y una de las mejores es Casa Salvador.

Lo primero que te sorprende es su ubicación, nada de paseos marítimos ni calles principales… Según vas llegando al restaurante, una sensación de estar siendo transportado en el tiempo te invade… La sensación acaba siendo una realidad, cuando llegas al parking y te encuentras con una barraca (típica construcción de la zona), arropada por arrozales y bañada por el L’Estany. El interior, si la multitud de premios que atesora, Salvador, te deja contemplarlo, no se queda atrás, aunque una vez que te sacan a la terraza (bañada por L’Estany) se te olvida todo, entras en otro mundo… Un paisaje lleno de belleza, de sensaciones y de patos… Pero bueno, no nos alarguemos en estas cosas, que estamos aquí para comer… ¡¡Y que comida!! Lo primero que te ponen son las tostas típicas de la zona, que imagino que Salvador las saca para que vayas asimilando que te espera un almuerzo inolvidable.

Según se cuenta, todos los ingredientes, son de la huerta propia del restaurante, menos el aceite. El marisco, fresco, fresco. La carta de vinos, de las mejores que he visto, pero el arroz, ¡ay, madre mía… Qué arroz!, pensaba que jamas iba a comer una paella como la que hacía mi abuela Carmen, y me duele decirlo, pero el arroz senyoret (o del “que señorito eres, todo pelado”, que diría mi abuela), es el mejor arroz que he probado… Tanto es así, que siempre que voy, pido el mismo… La verdad que por lo bueno y por lo “pelado”.

Aunque el arroz te deja con ganas de no pedir nada más y conservar ese sabor todo el tiempo posible, la carta de postres te lo pone realmente difícil, así que terminas pidiendo un pudding de turrón, que… No os digo nada, porque va a parecer que me llevo algo y que va… Mejor ve, pruebalo, y si encuentras sabores mejores, cuéntamelo para que vaya yo.

Lo mejor:

El entorno.
La decoración.
La terraza y los patos.
La carta... Muy amplia, hay arroces para todos los gustos.
La calidad de la comida.
El sabor.
Los camareros... Te dejan comer tranquilo, sininterrumpir las conversaciones.

Lo peor (para mi):

Hay que reservar mesa, sobre todo si quieres comer en la terraza, cosa que recomiendo. No es que sea malo, pero yo soy muy despistado, y al final siempre me acuerdo de llamar en el ultimo momento.
Las dos primeras veces que vas, te cuesta encontrarlo.

Lo peor (para otros):

Siempre que escribo una opinión, me gusta hacer una busqueda por la web, para ver que opinan otras personas, por si se me pasa algo, asi que os pongo lo más extendido que he encontrado:

Es caro… (Bueno, si que es un pelín caro, pero total yo voy una vez al año, y como dice el refrán, “una vez al año no hace daño”.
Tardan en servir… (Yo no lo he notado… Aunque es verdad, que los platos los preparan al momento, por lo que esperar un arroz, puede llevar unos 30 minutos… Pero como dijo Alejandro Dumas, “La sabiduría humana se encierra por entero en estas dos palabras: ¡Confiar y esperar!”
Es difícil de encontrar… (Pues si que lo es).
Los camareros son antipáticos… (Para mi esto es una virtud… No me gusta nada estar intentando comer y mantener una conversación privada, y que me esten todo el rato preguntado e interrupiendo: “¿Esta todo bien, necesitan algo?”… Se te quedan mirando y tú con la boca llena… al final tienes que contestar con gestos… A alguno he visto tener que hacer sonidos guturales para satisfacer la simpatía del camarero.